Mitos sobre la violencia familiar

MITO N.° 1:  Solo un pequeño porcentaje de la población es afectado por la violencia familiar.

HECHO:  En Estados Unidos, en promedio, cada minuto 24 personas son víctimas de violación, violencia física o persecución por parte de una pareja íntima; esto equivale a más de 12 millones de mujeres y hombres en el transcurso de un año.[1]

MITO N.° 2:  La violencia familiar es una “pérdida del control”.

HECHO:  El comportamiento violento es una decisión. Los perpetradores lo usan para controlar a sus víctimas. La violencia familiar se trata de agresores que usan su control, no que pierden el control.  Sus acciones son deliberadas.

MITO N.° 3: El problema real es las parejas que se agreden mutuamente. Las mujeres son tan violentas como los hombres.

HECHO:  Por lo general las mujeres entre 18 y 24 años y entre 25 y 34 años sufren las tasas más altas de violencia por parte de la pareja íntima. Del 1994 al 2010, aproximadamente 4 de cada 5 víctimas de la pareja íntima fueron mujeres. Los hombres también pueden ser víctimas, pero raramente lo reportan.[2]

MITO N.° 4:  Por lo general las mujeres maltratadas son pobres, no tienen educación y tienen pocas destrezas de trabajo.

HECHO: La violencia familiar no discrimina por sexo, raza, clase, edad, orientación sexual o nivel de educación.

MITO N.° 5:  La bebida causa comportamientos violentos.

HECHO: Muchos agresores también abusan del alcohol, y una situación violenta podría empeorar con la bebida. Pero el alcohol NO CAUSA la violencia. La embriaguez no es una excusa para la violencia.

MITO N.° 6:  Una pareja maltratada siempre puede abandonar el hogar, “Si las cosas están tan mal, ¿por qué no se van?”

HECHO: La violencia familiar crea la amenaza de que las mujeres y los niños de recursos económicos limitados se queden sin hogar. Entre las mujeres y los niños que no tienen hogar, más del 80 % experimentaron anteriormente violencia familiar.[3] 16 % de las personas sin hogar son víctimas de violencia familiar.[4] 84 % de las mujeres sin hogar han sufrido abuso físico o sexual severo en algún momento de su vida.[5]

MITO N.° 7:  Las personas que agreden a sus parejas raramente agreden a sus hijos, y los hijos que solo presencian el abuso no resultan afectados adversamente.

HECHO: 3.3 millones: Número estimado de niños en EE. UU. que cada año presencian actos de violencia en contra de su madre o de la mujer que los cuida por parte de un miembro de la familia. 40-60: Porcentaje de hombres que agreden a las mujeres y que también agreden a los niños.[6] Los niños que están expuestos a la violencia en el hogar tienen 15 veces más probabilidades de ser agredidos física y/o sexualmente que el promedio nacional.[7]

MITO N.° 8:  Los agresores son violentos en todas sus relaciones.

HECHO:  Los agresores deciden ser violentos en contra de su pareja en maneras que nunca considerarían tratar a otras personas.

MITO N.° 9:  La mayoría de las víctimas que pueden dejar una relación violenta no regresan a ella.

HECHO: Las víctimas dejan una relación de abuso un promedio de 7 veces antes de abandonarla definitivamente, pero de un 60 a un 70% de las víctimas eventualmente dejan la relación.

MITO N.° 10:  La víctima es responsable del abuso porque “provoca” al agresor.

HECHO: Las personas que agreden a otras son responsables de sus propias acciones.  Estas personas tienen muchas opciones para manejar su ira.

MITO N.° 11:  Una mujer que ha sido maltratada una vez, siempre será una mujer maltratada.

HECHO:  Aunque algunas mujeres maltratadas han estado en más de una relación de abuso, las mujeres que reciben servicios por violencia familiar tienen menos probabilidades de iniciar otra relación abusiva.

MITO N.° 12:  La severidad de los incidentes de maltrato no aumenta con el tiempo.

HECHO:  La violencia familiar ignorada casi siempre aumenta en frecuencia y severidad.[8] En el 70-80 % de los homicidios cometidos por parejas íntimas, independientemente de la pareja que resulte asesinada, el hombre agredió a la mujer antes del asesinato.[9] 175,000: Número de días de trabajo que los empleados estadounidenses pierden al año debido a la violencia familiar.[10]

MITO N.° 13:  Es más probable que los hombres ayuden a una mujer que está siendo atacada por un hombre, a que ayuden a un hombre que está siendo atacado por otro hombre.

HECHO: Es más probable que los hombres intervengan en una pelea entre dos hombres que en una pelea entre una mujer y un hombre.  La mayoría de la gente piensa que la violencia familiar es un “asunto privado” y que no le importa a nadie más.

MITO N.° 14:  Una mujer no puede ser violada por su marido o un hombre no puede ser violado por su mujer.

Hecho: una mujer PUEDE ser violada por su marido.

HECHO: La violación marital es el delito que menos se reporta. Las mujeres que son violadas por sus maridos representan el doble de aquellas violadas por extraños.  Se estima que de 20 a 30% de todas las mujeres maltratadas también son violadas rutinariamente como parte del patrón general de abuso.  En muchos estados es legal que un hombre viole a su esposa.

MITO N.° 15:  No es común que un esposo golpee a su esposa cuando está embarazada.

HECHO: Un 25 % de las mujeres maltratadas sufren abuso físico durante el embarazo.

MITO N.° 16:  La violencia familiar es por lo general un evento único y aislado.

HECHO:  La violencia familiar es un patrón de intimidación y control que una persona ejerce sobre otra. No es solo un ataque físico, incluye el uso repetido de varias tácticas: intimidación, amenazas, privaciones económicas, aislamiento, abuso psicológico y sexual. La violencia física es solo una de estas tácticas. Las varias formas de abuso mantienen el poder y el control.

MITO N.° 17:  Los hombres tienen derecho de disciplinar a su pareja cuando esta se porta mal. El maltrato no es un delito.

HECHO:  Aunque nuestra sociedad deriva de un sistema legal patriarcal que una vez otorgó a los hombres el derecho de castigar físicamente a sus esposas e hijos, en la actualidad ya no vivimos bajo ese sistema. Las mujeres y los niños ya no se consideran propiedad de los hombres, y LA VIOLENCIA FAMILIAR ES UN DELITO EN TODOS LOS ESTADOS DEL PAÍS.


Bibliografía

[1] https://www.cdc.gov/violenceprevention/intimatepartnerviolence/index.html

[2] http://www.bjs.gov/content/pub/pdf/ipv9310.pdf

[3] http://www.nccp.org/publications/pdf/text_888.pdf

[4] Conference of Mayors 2016 Status Report on Hunger & Homelessness, A 32-City Survey (2016)

[5] Browne, A. 1998. “Responding to the Needs of Low Income and Homeless Women Who are Survivors of Family Violence.” Journal of American Medical Women’s Association. 53(2): 57-64.

[6] http://www.padv.org/documents/Statistics_DV.pdf

[7] Volpe, J.S., “Effects of Domestic Violence on Children and Adolescents: An Overview”, The American Academy of Experts in Traumatic Stress, 1996.

[8] http://ccwrc.org/about-abuse/about-domestic-violence/

[9] Campbell, et al. (2003). “Assessing Risk Factors for Intimate Partner Homicide.” Intimate Partner Homicide, NIJ Journal, 250, 14-19. Washington, D.C.: National Institute of Justice, U.S. Department of Justice.

[10] https://www.domesticshelters.org/domestic-violence-articles-information/faq/domestic-violence-statistics#.WF1-D_krJEY